
05 Jul Inteligencia Artificial abordo de nuestros automóviles
Muchas son las películas en las que hemos visto automóviles autónomos, en las que cada vez menos precisa la necesidad de un conductor, inclusive, podríamos decir que su capacidad de conducción es mejor, más segura y amigable. Estas características ya no son solo elementos para crear una película, nuestra realidad es que ya forman parte de nuestra vida cotidiana por medio de la Inteligencia Artificial (IA).
La IA es un recurso que las empresas automovilísticas se toman muy en serio, el futuro se fundamenta en la aplicación de tecnologías que cada día se asemeja más a un funcionamiento humanizado, podríamos decir que en este momento los automóviles se encuentran en un proceso de aprendizaje de los “hábitos humanos”.
Un ejemplo de cómo se vislumbra el futuro tecnológico de los automóviles a nivel mundial, y la implementación de la IA como eje central en el desarrollo y diseño de los nuevos modelos, es Toyota.
La empresa japonés, fundó en el 2016 Toyota Research Institute (TRI) ubicada en los Altos California, Estados Unidos, cuenta con más de 200 investigadores que tienen como principal objetivo producir automóviles en el futuro que sean más seguros, más accesibles y más respetuosos con el medio ambiente. Además, busca la “expansión de la tecnología de IA a nuevas aplicaciones al fortalecer y refinar la interacción entre humanos y máquinas”, informa TRI en su sitio web.
La tecnología no da tregua y cada vez son más evidente los avances que se logran por parte de las marcas automotrices y la incorporación de la IA en nuestros autos. Por medio del análisis de datos y el aprendizaje de nuestras rutinas, los automóviles van incorporando cada vez elementos de tecnología para mejorar la conducción y la experiencia del usuario.
Específicamente, podemos ver los avances en temas de conducción con sistemas de sensores que frenan el automóvil de forma automática, o sistemas que estacionan de forma autónoma el auto. Por su parte, en la experiencia del usuario, ya se muestran importantes mejoras por medio de la recolección de datos de rutinas como la calefacción, la altura del asiento, o la emisora de radio, con sistemas personalizados que se ajustan y se coordinan de forma automática con solo subir al automóvil y sentarse frente al volante.
El principal objetivo de la IA es el denominado “deep learning”, lograr la conducción autónoma completa del automóvil. El perfeccionismo es constante, cada vez más modelos rutinarios necesitan menos capacidades del conductor, por medio del aprendizaje y análisis de datos, los autos están “aprendiendo” nuestros hábitos y necesidades, convirtiéndose poco a poco en autodependientes.
La tecnología continúa avanzando de una forma avasalladora, cada vez nuestro día a día se basa más en ella, por lo que será muy importante observar cómo se encaran los diferentes dilemas tecnológicos y éticos, en los que el ser humano dependa de una máquina, inclusive en el que la IA piense y actúe por nosotros, y no para nosotros.
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